Billy
Wilder y Charles Brackett
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Quizás,
porque uno se construye con muchas más cosas que unos padres y un colegio, y
quizás, porque uno tiene una seña identitaria más allá de la conducta
aprehendida, lo cierto es que hay tipos que se diferencian de la masa común, y
de qué forma.
Ya es
sabido por todos, que Lubischt es ese mentor omnipresente que se aparece como
una nube de pitillo rubio cada vez que alguien se topa con una biografía, o lo
que sea que tenga que ver con la vida del bueno, de Billy Wilder, pero si en el
caso del alemán eran las puertas el recurso visual que decía y escondía todo,
en el caso del austríaco de metro ochenta son los antihéroes (ya sean hombres o
mujeres) redimidos por el amor puro; ese que, nos pongamos como nos pongamos, todos
ansiamos en el fondo más cursi y más profundo de nuestros anhelos.
Esta
semana me ha dado por Wilder, y para empezar por el principio o casi (porque me
he saltado toda su época alemana y algo más), he visto cuatro de las
pelis que guionizó con Charles Brackett. Y en todas ellas está el toque Wilder.
Al final
siempre es lo mismo, chico conoce chica o viceversa, pero con una elegancia y
un sentido del humor que embellecen la vista, el oído y la mollera.
Os dejo
mis recomendaciones de esta semana, porque la vida, y no sólo a veces, es gris
ladrillo de hormigón, y menos mal que alguien ahí fuera ha hecho cosas para,
cuanto menos, darle un poco de color.
- La octava mujer de barba azul (Bluebeard's Eighth Wife, 1938)
- Midnight (1939)
- Ninotchka (1939)
Arise, My love(como no sé inglés, uno de mis defectos confesables, y no he podido encontrar los subtítulos en español, pues me la he perdido)- Si no amaneciera (Hold back the dawm, 1941)
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