lunes, 28 de abril de 2014

emma






Tu madre es una caja de música
Pequeña
Desbaratada de carcajada
Locuaz y brillante
Con la niña bordada en los ojos a pesar de las lágrimas


Tu madre es un rincón donde sentarse a ver pasar las gaviotas
Un piano 

Tu madre es la vida que peleas y gozas, es tu hija, es tu mirada
Es el tesón y el coraje con que te viertes cada mañana

Un lugar indómito que eres tú, 
vivirá siempre en ti y eso no lo arranca ni el tiempo ni nada










Ilustración de ©Ani Castillo


jueves, 24 de abril de 2014

marzo



salía el sol más allá del peral
los campos iban mostrando la escala de color del amarillo al azul
 luciendo según la cercanía a la casa

nunca había silencio, la voz de los animales, del viento, de la tierra

comenzaba un día, como un bloque de granito inalterable, orgánico y mortal

la luz devolvía la bondad al paisaje, esa que se había dejado aniquilar por las sombras

la leche hervía como sangre blanca

mi abuela llevaba capas de ropa, oscuras, de lana, de cuadros, nadie la imaginó desnuda

las gallinas transitaban de puntillas
la bocina del pescadero, el pan, el pilón húmedo y verde, el tedio de la tarde esperando la nada

si llovía, sacábamos las plantas de interior para que bebiesen salvajes

cuando el sol se ponía, más allá del tejado roto, las gallinas se guardaban, el abuelo regresaba con el carro y el humo
la televisión contaba cosas en dos colores y la leche hervía de nuevo
 
como sangre rota




Painting © Akane Koide


es peor morir en verano





lo enterraron

y entonces caminaron despacio
dóciles como un columpio vacío
maltrechos como sonámbulos, cruzaron la verja

subieron por el montículo hasta el claro
los perros ladraban a los patos
y los niños chillaban impúdicos ante sus caras tristes

después, se sentaron en corro y disimularon la tragedia con recuerdos del último encuentro

languidecía el día y las parejas se murmuraban al oído, 

la noche era cálida y rosa, con olor a verbena de barrio

por eso es peor morirse en verano




Painting ©Nate Frizzell

miércoles, 23 de abril de 2014

vienes o qué!






en el borde de la piscina, las piernas colgaban turgentes e inquietas.
eL azul químico bailaba loco


la chica miraba el trampolín, como a un tótem vulgar
erigido al sacrificio aéreo


en la otra esquina unas chicas se reían fuerte.
Las envolvía un áspero desafío infantil,
llevaban gafas de sol inmensas y mascaban chicle


la chica que miraba el trampolín,
se sumergió hasta el fondo y abrió los ojos


las risas de las otras chicas eran un rugido leve dentro de un vaso
la luz natural titilaba loca.


así debería ser, pensó










lunes, 14 de abril de 2014

matando lunes









los lunes tienen algo de redención,
no para mí
demasiado hace que alargo un pesimismo de pan duro
que me he vuelto cínica
como un caballo, como un trapero
y me caigo hacia la mediana edad
sin hacerle caso al cuerpo
¿sólo a mí me rodea gente mezquina?
¿sólo yo comparto mesa con caretas labradas en la envidia y el sopor?
¿sólo yo albergo planes asesinos contra mujeres maduras que cuidan gatos y se maquillan en rojo y gris?
a veces miro el océano fijamente, dicen que calma
y busco esa paz que anuncian las terapias alternativas,
pero nada,

 el lunes llega de nuevo
 con su esperanza de redención
pero no para mí




Painting ©Mark Ryden