lo enterraron
y entonces caminaron
despacio
dóciles como un
columpio vacío
maltrechos como
sonámbulos, cruzaron la verja
subieron por el
montículo hasta el claro
los perros ladraban
a los patos
y los niños
chillaban impúdicos ante sus caras tristes
después, se sentaron
en corro y disimularon la tragedia con recuerdos del último encuentro
languidecía el día y
las parejas se murmuraban al oído,
la noche era cálida
y rosa, con olor a verbena de barrio
por eso es peor
morirse en verano
Painting ©Nate Frizzell
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