jueves, 24 de abril de 2014

marzo



salía el sol más allá del peral
los campos iban mostrando la escala de color del amarillo al azul
 luciendo según la cercanía a la casa

nunca había silencio, la voz de los animales, del viento, de la tierra

comenzaba un día, como un bloque de granito inalterable, orgánico y mortal

la luz devolvía la bondad al paisaje, esa que se había dejado aniquilar por las sombras

la leche hervía como sangre blanca

mi abuela llevaba capas de ropa, oscuras, de lana, de cuadros, nadie la imaginó desnuda

las gallinas transitaban de puntillas
la bocina del pescadero, el pan, el pilón húmedo y verde, el tedio de la tarde esperando la nada

si llovía, sacábamos las plantas de interior para que bebiesen salvajes

cuando el sol se ponía, más allá del tejado roto, las gallinas se guardaban, el abuelo regresaba con el carro y el humo
la televisión contaba cosas en dos colores y la leche hervía de nuevo
 
como sangre rota




Painting © Akane Koide


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